Jugar no es solo cosa de niños. El juego es una fuente de
relajación tanto para el cerebro como para el cuerpo, tanto de los niños como
de los adultos. Muchas veces los adultos
se olvidan de esto, de divertirse. En algún momento entre la niñez y la edad
adulta, muchas personas dejan de jugar, dejan de divertirse.
Esto es debido a que el juego empieza
a ser sustituido por el trabajo y las responsabilidades. Pero creo que tenemos
que sacar un ratito para jugar como cuando éramos niños y poder disfrutar de
esto toda la vida. Pienso que el juego no tiene edad y podemos intentar
realizarlo toda nuestra vida.
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