Vanessa Espinosa de los Monteros Huertas
En nuestro día a día pocas veces valoramos o hacemos caso de las señales que nos van dando las personas con las que nos cruzamos, o los pequeños detalles que podrían mejorar un día en el que todo parece más complicado de lo normal.
Para resaltar un poco esos detalles, he querido unir cosas que he aprendido a valorar en este cuatrimestre en Educación artística, plástica y visual, y mi día a día cotidiano. Para ello, he creado un video en el que se puede observar una rutina, cualquier rutina de cualquier persona que se levanta cada mañana, pero con un toque de emociones, sentimientos, cualidades, blancanieves...
Lo que me llevo de esta asignatura, es que todos tenemos un lado bueno y otro no tan bueno, una media manzana que nos hace sacar lo más bonito y mejor de nosotros, y otra media que hace que pongamos limites a las personas, e incluso a nosotros mismos, y saquemos nuestro lado más egoísta en muchas ocasiones. Por eso, la manzana es un símbolo que claramente me recuerda y me va a recordar a la doble personalidad que todos escondemos, al ying y el yang que mueve nuestro día a día, nuestras relaciones con los demás.
También, gracias a esta asignatura, he tenido el placer de conocer un poco más a las personas con las que comparto aula de lunes a viernes, a rebuscar en su interior y escuchar historias que realmente merecería la pena escribir en la memoria para siempre, a ver caer lágrimas llenas de alegría, de odio, de sufrimiento e incluso de orgullo. Pero sobre todo con lo que más me quedo es con los abrazos que día a día han ido saliendo de manera espontánea, después de una confesión o al recibir una sonrisa de quién menos te lo esperas.
Que las cosas merezcan la alegría, no la pena.
Gracias.
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